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sábado, 1 de octubre de 2016

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Destino manifiesto

Hay momentos que quedan grabados para siempre, como tatuajes en el alma. No son demasiados, si lo fueran perderían fuerza, pero son los suficientes para saber que uno ha vivido, y vivido bien.

Mis hijas están creciendo. Una ya no vive conmigo, y la otra volará en pocos años, por eso atesoro cada momento de cotidianeidad que comparto con ella como lo que es, invaluable.

Ahora la miro, dormida a mi lado en el sofá, y me recuerdo sentada en este mismo lugar, tan claramente como si hubiera sido ayer.

Cansada de mamar, con la cabecita apoyada en el hueco de mi brazo, los ojos cerrados y la curva de una sonrisa borracha de leche asomándole en los labios, Alessa duerme. Una manito se escapa del rebozo, y sus deditos se extienden como rayitos de sol, antes de abrocharse alrededor de mi pulgar.

Recuerdo mirarla entonces y pensar lo mismo que ahora.

Esta niña está destinada a ser feliz.


lunes, 15 de agosto de 2016

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Torta Mousse de Frutas

Como bien saben, me gusta mucho cocinar, especialmente la repostería, y me suelo lucir en las reuniones con mis creaciones (¿humilde, yo? naaaa).

Por eso se me ocurrió que podría compartir con ustedes la receta de la última torta que hice, y que llevé al cumpleaños de una amiga (y ya de paso les doy el link de esta entrada a quienes me pidieron la receta, que son unos cuantos). Es que publiqué la foto en Facebook y tenté a mucha gente (perdonnn).

Torta Mousse de Frutas

Mi amiga es uruguaya, pero vivió muchos años en Puerto Rico y tiene debilidad por las frutas, así que quise hacerle algo a su gusto. Claro, las frutillas y duraznos no son tan exóticos como las frutas caribeñas, pero tienen lo suyo y son deliciosas.

Así que bien, aquí va la receta:


Torta Mousse de Frutas

Ingredientes

- Un bizcochuelo de vainilla.
- Crema mousse: Para la crema necesitarán: 1 caja de postre de vainilla Royal (8 porciones), ½ litro de leche, ¾ litro de crema doble, 4-5 cucharadas de azúcar, 2 sobres de gelatina sin sabor.
- Frutas: 1 lata de duraznos en almíbar grande, 1 kilo de frutillas y 2 kiwis (opcionales y solo para decorar, si los ponen en la crema quedan amargos), pero pueden usar las frutas que deseen.

Torta Mousse de Frutas

Procedimiento

Armado (1ª parte)

1. Para empezar, debemos hacer un bizcochuelo de vainilla en una asadera desmontable de aprox. 22cm. de diámetro. Si quieren la receta del bizcochuelo, me la piden en los comentarios.
2. Una vez frío, cortan el bizcochuelo en tres partes (la del medio no la van a usar, así que se la pueden ir comiendo), y ponen la parte de abajo en un platón de postre. Lo humedecen con el almíbar de los duraznos.
3. Vuelven a colocar el aro de la asadera a su alrededor. Yo también le pongo unas tiras de acetato (bah, unas tiras anchas que corté de unas placas de rayos X viejas) contra la asadera – esto ayudará a que sea más fácil sacar la asadera más tarde.
4. Preparan la crema mousse de frutas.

Crema mousse de frutas

1. Preparan el postre de vainilla con la leche, siguiendo las indicaciones del envase (aunque van a usar la mitad de la medida de leche indicada, solo ½ litro) , y dejar enfriar.
2. Baten la crema doble con el azúcar hasta lograr una chantilly.
3. Reservan parte de la chantilly para decorar.
4. Hidratan la gelatina con una cucharada o dos del almíbar de los duraznos (en una taza, mezclan la gelatina con el almibar y lo llevan al micro 30 segundos).
5. Mezclan la gelatina con el postre de vainilla (si está muy duro lo pueden batir con la batidora)
6. Mezclan el postre de vainilla con el resto de la crema chantilly con movimientos envolventes para tratar de que no se baje mucho.
7. Agregan a esa crema las frutillas y los duraznos picados (recuerden reservar una parte para decorar la parte de arriba).


Torta Mousse de Frutas


Armado (2ª parte)

1. Decoran contra la asadera con trozos de durazno, frutillas y kiwis.
2. Vierten la crema mousse con cuidado de no desarmar la decoración de frutas, como tiene el aro de la asadera, no se derramará.
3. Colocan la parte de arriba del bizcochuelo tapando la mezcla. Lo humedecen con almíbar de los duraznos.
4. Extienden la crema doble que habían reservado sobre el bizcochuelo.
5. Decoran con las frutas que habían reservado.
6. Refrigeran por lo menos por 6 horas para que la gelatina cuaje bien.
7. Retiran el aro de la asadera y los acetatos y rezan para que no se les venga abajo todo al hacerlo (broma).

No es un postre difícil, aunque lleva su tiempo porque tiene muchos pasos... pero les puedo asegurar que el resultado es espectacular. La crema mousse es muy sabrosa, la frescura de las frutas siempre es un acierto, y además tiene una pinta bárbara.

A mi amiga le encantó :)

¡Qué les quede rica!!

domingo, 7 de agosto de 2016

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Hace quince años

Hace quince años, el 2001 llegó cargadito de acontecimientos. Ese año pasaron muchas cosas importantes para mí: Peter Jackson estrenó la primera película de “El Señor de los Anillos” , mi libro favorito de todos los tiempos, Al-Qaeda hizo estrellar dos aviones contra las Torres Gemelas y cambió la dinámica del mundo, mientras que en la Argentina comenzaba una crisis que nos alcanzaría al año siguiente.

Sin desmerecer la importancia de esos eventos, en mi vida, lo determinante del 2001 fue el nacimiento de Alessandra, mi segunda hija, una madrugada helada a fines de julio. Estaba con licencia por maternidad cuando atacaron las torres y por eso pude ver la catástrofe en vivo; mi ex me llevó a ver El Señor de los Anillos en la semana de estreno y nos prometimos seguir viendo las siguientes películas el mismo día (no lo cumplimos, para El Retorno del Rey ya estábamos separados), la crisis del 2002 nos golpeó fuerte -si no en el bolsillo, en nuestros proyectos- y la vida familiar se fue al diablo.

Pero el 2001 fue especial, igual que el 95 antes, porque más allá de lo que ocurriera a nivel global, sea conflicto armado, crisis financiera o evento cultural, fueron los años en que nacieron mis niñas, y todo cambió para siempre.

Me parece mentira que Alessa ya tenga quince años. El sábado pasado le festejamos sus “Quince” y estaba reluciente con su vestido blanco cortito, championes negros y pelo violeta. Porque si hay algo que es Ale, es original, y me salió bien friki.

Alessandra se está convirtiendo en la jovencita excepcional que se adivinaba desde hace años. Es inteligente, creativa, malhumorada, y siempre tiene la última palabra. Es muy radical –como buena adolescente– ve el mundo en blancos y negros, y muchas veces lo encuentra en falta, pero solo por estar en él, le aporta color... violeta en este momento.


No es la primera vez que describo a mi niñayanotanniña, y no hay mucho nuevo que decir. Sigue leyendo como desaforada, escribiendo historias inquietantes, y adorando los comics y los anime; tanto que para festejar sus emblemáticos Quince Años, va a ir a una convención de comics en EEUU, con cosplay y todo.

Es divina.

Hace mucho, en una película, escuché una frase que se me quedó grabada: “si todos los niños son especiales; uno se pregunta cómo es posible que después se conviertan en adultos tan comunes”. Siendo testigo de la evolución de más adolescentes de los que puedo recordar, puedo acreditar que esto pasa, pero estoy segura de que no va a ser el destino de Alessa. Si algo va a ser toda la vida, es original.

Y sí, soy una madre boba. Tengo derecho; tengo las hijas más maravillosas del mundo.

miércoles, 17 de febrero de 2016

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Resoluciones de Año Nuevo o encarando el Nido Vacío

Generalmente me cuesta un par meses decidirme a cambiar de año. Lograr esa sensación de hojanuevaenellibrodemivida me lleva fácil todo el verano, y suele coincidir con el comienzo de las clases. Recién ahí arranca mi año nuevo y recién ahí puedo empezar a pensar en encarar algún tipo de lista, proyecto o resolución para los meses venideros. A lo mejor es un problema de negación, o el calor que me aletarga, o a lo mejor simplemente es que soy uruguaya y dejo todo para después. La cosa es que recién ahora, a mediados de febrero, me puse a pensar en mi futuro cercano.

Creo que lo más movilizador que va a tener mi nuevo año es que mi hija mayor se muda de casa. Como tantos jóvenes del interior, debe irse a la capital para sus estudios terciarios; y como tantas madres de jóvenes del interior, debo procesar que mi nena se va.


Teniendo en cuenta esto, son dos las cosas que me preocupan en el momento: por un lado, la plata. Tener una hija viviendo en otra ciudad es costoso, y por más que tengo el apoyo económico de los abuelos, no hay dudas de el tema plata este año va a ser un poco difícil. Y por el otro, la distancia. ¡La nena se va!

La plata. Para solucionar este problema tengo varias opciones, lo ideal sería conseguir otro empleo, pero como ya trabajo 52 horas por semana, se me complica un poco, así que se me ocurrieron algunas alternativas:

âPlan B: Podría hacer una Walter White y ponerme a fabricar cristalitos azules. Todavía tengo el texto de Química que le compré a Elisa hace un par de años: tiene como 2000 páginas, por algún lado andará la receta de las metanfetaminas. Después lo único que necesito es conseguir un par de pitbulls, contratar algunos minions con buenos bíceps para que se encarguen del trabajo sucio, y hacer unos libritos tipo Avon para ofrecer mi merca(ncía).

âPlan C: Robar un banco. Para que no digan que no soy una persona eficiente, podría usar los pitbulls y los minions musculosos del Plan B para asustar a los cajeros y lograr que me den el botín. Eso sí, como acá en Piriápolis hay un solo banco, mejor me voy a robar financieras a Punta del Este. Tiene mucho más glamour.

La distancia. ¡Ahh, el famoso síndrome del nido vacío!! Ya me vengo haciendo a la idea desde hace tiempo, pero ahora que llegó, me da un poco de miedito esto de pasar a tener solo la mitad de la familia en casa. Por suerte mi hija menor todavía es chica y faltan años para su partida, así que mi desesperación no va a ser tan grave. Creo.

Acá se me ocurrió que más que una lista de las cosas que podría hacer, tengo que pensar en una lista de las cosas que NO debo hacer:

â NO mudarme a Montevideo. Eso es un gran no-no. Ella necesita su espacio y yo el mío, y Alessa todavía me necesita a su lado.
â NO aconsejarle estudiar carreras raras,como Arqueología o Biología Marina. ¿Que qué tienen de malo esas carreras? Absolutamente nada, pero seguramente no consigue trabajo nunca y en unos años tiene que volver a casita con mamá.
â NO llamarla cada cinco minutos (ídem los sms, whatsapp y/o emails). Para empezar, no hay plan de datos que alcance, y para seguir, sería como vivir a analgésicos en vez de sacarte el diente de una vez. Se fue y hay que asumirlo. Es preferible que disfrute mis llamadas, a que cada vez que vea mi nombre en la pantalla se pregunte qué quiero ahora .
â NO ser morbosa. Esto viene vinculado a la anterior: hay que recordar que las malas noticias viajan mucho más rápido que las buenas; si no me llama, no quiere decir que esté en una cuneta desangrándose (además en Montevideo no hay cunetas).
â NO vaciarle el dormitorio. La idea de armar un precioso escritorio para mí en su cuarto es muy tentadora, pero ya me lo prohibió terminantemente.
â Y por último: NO vivir llorando por los rincones, me puedo resbalar en los charcos.

Bueno, creo que como resoluciones de principio de año (aunque sean a marzo) están bastante bien. No tengo mucha experiencia en el tema, pero dicen que los drug dealers y los bank robbers se llenan de plata, y estoy segura de que podría ser buena en eso de llenarme de plata (ya soy experta en gastarla), así que el primer punto está cubierto.

Por otro lado, si me porto bien y no hago esas cosas espantosas, probablemente sobreviva al síndrome del nido vacío sin apabullar/ahogar a mi hija mayor. No sé si puedo decir lo mismo de la menor, que va a ser la que me aguante durante todo el proceso, ¡pobre Alessa!

Próximamente pensaré en una lista al respecto, lo prometo.

lunes, 1 de febrero de 2016

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Mono con mono

Según el horóscopo chino, el 2016 es el Año del Mono, y no cualquier mono, sino el Mono de Fuego. El año del mono comenzará el 8 de febrero de 2016 - la segunda luna nueva después del solsticio- y se viene movidito.

Por lo que he estado leyendo, los años del mono suelen ser bastante impredecibles y caóticos; lo cual no es de extrañar, si tenemos en cuenta las características del signo.


Los Monos son provocadores, ingeniosos, atrevidos, inquietos, traviesos y muy curiosos; a diferencia de otros animales del horóscopo chino, los monos afrontan la adversidad con destreza y sin mucho análisis, y son dados a la diversión y las bromas pesadas. No en vano su logo es: “yo entretengo, yo sorprendo.”

Bueno, no hay duda de que los monos -los de verdad- saben cómo divertirse; pero nosotros, los seres humanos, no tanto. A menos que nuestra definición de diversión sea ‘locura extrema’.

Para que se hagan una idea, el último año del Mono de fuego, hace 60 años, fue bastante complicado:

En el año 1956 los soviéticos invaden Hungría, Gran Bretaña y Francia bombardean Egipto para reabrir el Canal de Suez, Israel invade la península del Sinaí, hay un golpe militar en Sumatra, y Fidel Castro y el Ché Guevara desembarcan en Cuba para iniciar la revolución cubana. Marruecos y Túnez logran su independencia de Francia, Sudán se independiza del Reino Unido y Marruecos de España, también se forma una república islámica en Pakistán. Las tensiones raciales en EE.UU. se hacen críticas, aunque el Tribunal Supremo dictamina que la separación de razas en los ómnibus es inconstitucional. Además, los norteamericanos detonan la última bomba atómica en su territorio, pero se lucen lanzando otras 17 más sobre los atolones de coral del Pacífico. Juan Carlos de Borbón (futuro rey de España) mata a su hermano menor, Alfonso, bajo circunstancias extrañas. Marilyn Monroe se casa con Arthur Miller, el Príncipe Rainiero de Mónaco con Grace Kelly, Elvis Presley llega a la fama, Pelé debuta en el fútbol y se celebran los XVI Juegos Olímpicos en la ciudad de Melbourne, Australia. Y acá en Uruguay, el canal 10, Saeta, comienza las primeras transmisiones de televisión del país, para que nos pudiéramos enterar de todo esto, obviamente.

Alguna cosita pasó, ¿verdad?
Años del Mono: 1920, 1932, 1944, 1956, 1968, 1980, 1992, 2004 y 2016.

Pero esto no es nada, porque aparte de las predicciones de fogosa actividad, parece que el año del mono será particularmente desafortunado para, precisamente, ¡los monos!! (y sí, soy mono; y no, no les voy a decir en qué año nací)

La idea es que si un mono paseandero -esa sería yo- atraviesa el territorio de otro mono -ese sería el 2016- el primer monito, indefenso él, deberá mantener el perfil bajo y no hacer olas, para que el Mono reinante (noten la mayúscula) no lo casque y pueda llegar sano y salvo al próximo reino (el 2017). Ya sé, mucha metáfora, pero la cosa es que mono con mono, no es monada.

Yo solo digo esto: a mí que no me jodan; acabo de sobrevivir el 2015, ¡ya estoy cumplida con años complicados!


jueves, 21 de enero de 2016

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Postcrossing

Piensen cuando fue la última vez que recibieron una postal, y no me refiero a una electrónica, sino a las clásicos y coloridas postales de toda la vida. Bastante, ¿no? En mi caso, creo que más de veinte años... con suerte. Pero cuando pensé que el arte de escribir a mano, o al menos el arte de escribir postales, se estaba acabando, descubrí Postcrossing, y me enamoré de la idea.


Postcrossing es una red que te permite enviar y recibir postales a y de todo el mundo. Me parece una forma maravillosa de conectar personas y conocer pedacitos del mundo en sendos rectangulitos de cartón, con cordiales mensajes del otro lado y sellos exóticos. Nada de texting, emailing o redes sociales: cartón, lapiz y letra manuscrita.

El procedimiento es sencillo: luego de crear tu perfil de usuario, el sitio te da la dirección de un total desconocido, elegido al azar, a quien enviarle una postal; cuando esta postal haya llegado a destino ya estás en condiciones de que algún otro total desconocido te envíe una a ti. En general los

210 países
601,851 miembros
33,688,999 postales recibidas
470,555 postales en viaje
170,253,337,117 km recorridos
4,248,368 vueltas alrededor del mundo!

envíos son entre extraños, pero tiene la opción de indicar que te gustaría que el intercambio fuera más personal.

Esta iniciativa nació en el 2005 de la mano de Paulo Magalhães, un estudiante portugués que quería recibir más postales en su buzón. Después de diez años, Postcrossing tiene más de medio millón de usuarios registrados, ¡y casi 34 millones de postales enviadas!

Siempre me gustó recibir postales, y recuerdo que cuando era adolescente me carteaba con primos que vivían en el exterior. Todavía tengo muchas de las cartas y tarjetas recibidas en aquel entonces, preservadas entre las hojas de un diario de viaje que solía escribir y que guardo como un tesoro.

Hoy en día esta costumbre se ha perdido; es muy fácil publicar algo en Facebook (por mencionar la red social más popular en estos tiempos); anunciarle al mundo tus sentimientos, mostrar fotos, contar experiencias... ¿Te fuiste de viaje? Genial, publicá tus fotos y recibí decenas de ‘likes’. ¿Se murió tu hamster? Una elegía pública es seguro merecedora de más me gusta que tu viaje (disculpen la falta de respeto, pero es verdad). Aniversarios, nacimientos, logros, reproches, pataleos, todo se entrevera en el cambalache que es Facebook, y todo se vuelve tan... anónimo y multitudinario, que a casi nadie le importa demasiado.

Creo que tomarse el trabajo de elegir y comprar una tarjeta, escribir algo lindo en ella, llevarla al correo y despacharla, todo eso para alguien en especial, solamente una persona, tiene mucho valor. Ni hablar de cuando las tarjetas comiencen a llegar, me hace mucha ilusión eso de que mi buzón se llene de sorpresas. Les prometo que cuando reciba mi primera postal, la voy a compartir con ustedes.  J

El tema es que ya me registré y me acaban de dar mi primera dirección: Ana en Rusia. ¡Mi postal va a recorrer 13.312 km! Excelente.


Y ustedes, ¿se animan a participar?

lunes, 18 de enero de 2016

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Reencuentros y recuerdos

Hace muy poco, y por medio del Facebook, me volví a encontrar con uno de esos antiguos compañeros de clase que una recuerda siempre, seguramente porque me gustaba mucho –aunque él solo tuviera ojos para la morocha de pelo largo preciosa que se sentaba en la primera fila [#bruja].

Gabriel emigró a Brasil hace años, es fotógrafo profesional, y se especializa en fotos de olas y surfistas. Tiene un ojo increíble

y el pulso perfecto para sacar fotografías del océano, tanto dentro como fuera el él; sabe captar el momento único en que rompe la ola, la tabla parece suspendida sobre la espuma, o el sol se vuelve uno con el agua. No hay dudas de que la fotografía es un arte, y Gabriel un artista.

Hace poco le hice llegar mi honesta admiración en un comentario. Él me recordó a nuestra profesora de dibujo en cuarto año del secundario. Ella había sido una gran influencia en sus opciones, en su artes, sobre todo en las imágenes del mar. Yo, la verdad, me había olvidado completamente de ella; es como si no hubiera existido.

Eso me hizo pensar. Es increíble cómo la gente puede dejar huellas tan profundas en algunos y desaparecer de la memoria de otros.

Ojalá en algún momento, algún alumno me recuerde con tanto cariño como Gabriel la recuerda a ella.


Si quieren conocer más sobre el trabajo de Gabriel:
Facebook: GUEL imagensúmidas
Instagram: GUEL imagensúmidas







domingo, 10 de enero de 2016

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Adolescente literata

“Mamá, ¿qué es una insuficiencia cardíaca?”
“Es cuando una persona tiene problemas en el corazón.”
“¿Y cuáles son los síntomas?”
“Bueno, depende; a veces puede tener dolor en el pecho, o el corazón puede ir muy rápido, o muy despacio, o a veces el ritmo varía… ¿Para qué querés saber, te pasa algo?”
“No. Es que quiero matar a mi protagonista y pensé en que le diera un ataque al corazón.”

Pasado el microsegundo en el que pensé que mi hija tenía problemas cardíacos, me di cuenta de lo poco que sabía sobre las enfermedades del corazón y le recomendé que buscara en Wikipedia; para así informarse bien y decidir qué tipo de afección quería que sufriera su pobre creación, mientras me preguntaba qué habría hecho para merecer su muerte.

Porque desde hace un par de años, Alessa escribe. Y escribe, y escribe. Lleva varios libros(las comillas no subestiman, es solo que ella le llama libros a historias más o menos cortas) publicados en Wattpad, una aplicación justamente para leer y escribir.

No es raro verla sumergida en su tablet o teléfono en pleno proceso creativo, y de vez en cuando haciéndome alguna pregunta: “¿cómo es que se le dice a eso que hacen para resucitar a la gente?” “¿cómo describirías este vestido, mamá?” “¿qué idioma hablan en Sudáfrica?” “Qué quiere decir CTI?”


Y si no está escribiendo, está leyendo -horas y horas de lectura- o mirando series de TV, o animes en la computadora. Es fanática de Teen Wolf’, ‘Death Note’  y ‘Batman’. Le encantan las novelas llenas de licántropos, sirenas y vampiros adolescentes; shippea a Larry Stylinson (o sea, fantasea con un romance entre Louis y Harry, miembros de One Direction), está enamorada de Dylan O’Brien, y dice que no va a tener novio porque sus compañeros son muy aburridos.

“Yo quiero aventuras, mamá. Un hombre lobo o un vampiro. Que no me vengan con invitaciones al baile o a ir a la rambla; la literatura me ha arruinado,” me dice, mientras los ojos verdes, grandes como los de un insecto nocturno, le chispean en la cara, y me muestra los dientes cubiertos de brackets en una sonrisa bandida que va de oreja a oreja.

Alessa es malhumorada, graciosa y ocurrente, y la inteligencia le burbujea debajo de una muy estudiada -y conveniente- distracción. Como buena Leonina, quiere manejar la casa, y siempre se queda con la última palabra (aunque sea “sí, mamá”). Tiene la risa y el llanto fácil -lo que se hereda, no se roba- ¿y ya dije que era malhumorada? Eso tampoco lo robó, pero me supera ampliamente.

Está en esa edad en que todo es un quemo: no deja que la bese en público (pero cuando estamos solas parece un gatito mimoso) y se avergüenza si me oye gritar (o sea, siempre). Vive en su mundo; se aísla en su cuarto, escucha música demasiado fuerte, y lee hasta que amanece.

Se parece tanto a mí a esa edad que me asombra. Mi dios, ¡cómo quiero a esa niña!

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