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lunes, 5 de enero de 2015

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Una con la naturaleza

Plantar cosas me hace apreciar la naturaleza. En serio. Me hace entender eso del renacer y de la conexión con la Madre Tierra, y lo bien que hace sentirse verde por ecologista y no por envidia.

La verdad es que es genial.

Hasta que mi tilo nuevo se queda sin hojas y las hormigas me comen medio jazmín. Supongo que una ya no es tan ecologista cuando empieza a considerar a los insectos como sus archienemigos. Ni hablar de las arañas (bueno, a esas ya las odiaba de antes), los yuyos, las ortigas y los caracoles. El pis de perro, las siestas de los gatos, y los pájaros tampoco ayudan. O a falta de lluvia. O el exceso de lluvia. O el calor, el solazo y las heladas…

En fin. Yo diría que hay una conspiración para que mis plantas sufran, y sufran mal.

La culpa no es mía, de ninguna manera. Yo soy una con la naturaleza. Que deteste el aire libre no tiene nada que ver.


Mi tilo antes y después. Pobrecito.

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